Apostando por la Terapia Compresiva
- Admin
- 29 dic 2017
- 4 Min. de lectura

No hace mucho introducíamos en esta web el concepto de Compresión para comenzar con una campaña de concienciación a nivel profesional en nuestra unidad. Hoy, dada la importancia y relevancia que ocupa esta terapia en la buena evolución de las heridas en MMII, principalmente úlceras venosas, queremos desde aquí potenciar el conocimiento de dicha terapia así como acercar cada vez más al profesional aquellas herramientas de abordaje para llevar a cabo una buena Terapia Compresiva.
Por ello antes de que conozcamos cuáles son las herramientas que debemos utilizar para combatir las úlceras venosas deberíamos recordar o asumir qué es una úlcera venosa o al menos porqué se produce. Y para ello vamos a recurrir al extracto de un artículo procedente de la web de la Dra Elena Montero, especialista en Dermatología que va a explicarnos muy bien este concepto:
LA ÚLCERA VENOSA ES UN PROBLEMA DE HIPERTENSIÓN VENOSA. Cuando hay una alteración de la pared venosa y las válvulas no coaptan adecuadamente, no se produce su cierre durante la diástole muscular y se produce un reflujo de la sangre (es decir, la sangre que justo antes había ascendido algo hacia el corazón, vuelve a bajar hacia los pies), por lo que no se puede conseguir un adecuado retorno venoso. Este aumento de presión venosa en la parte más distal de las piernas produce la extravasación de proteínas plasmáticas y células sanguíneas, con la consiguiente inflamación del tejido celular subcutáneo, que acaba fibrosándose y perdiendo su funcionalidad. Esta lipodermatoesclerosis favorece la pérdida de la integridad cutánea, con la aparición de la úlcera venosa. ES ESENCIAL QUE EL PERSONAL SANITARIO Y EL PACIENTE TENGAN CLARO ESTE PRINCIPIO FISIOPATOLÓGICO.
Posiblemente el profesional puede que lo tenga claro desde un primer momento, encontrándose con la problemática de que el paciente no asume el grado de implicación en cuanto a la incorporación de la compresión a sus hábitos de vida. Siendo por ello que deberíamos de aumentar el esfuerzo en una mayor concienciación haciendo ver al paciente que si cumple con una serie de medidas va a encontrar soluciones ante lo que se nos presenta como una cronicidad, que además es muy recurrente ( en un 50 % de los casos según el último estudio realizado):
Compresión
Elevación de MMII
Ejercicio regular
Cuidados de la piel
Detección temprana de pequeñas lesiones
Sin embargo no sólo nos basta con concienciar al paciente de lo importante que es seguir nuestras recomendaciones sino que somos nosotros, los profesionales, los que debemos de interiorizar que la Terapia Compresiva es el pilar básico para el tratamiento de las úlceras venosas. Que el uso de cualquier tipo de apósito por muy novedoso que sea o por muy interiorizado que tenga el paciente las medidas preventivas que le podamos aportar no nos van a proporcionar resultados satisfactorios si no lo acompañamos con una adecuada Compresión.
Para reflejar claramente los beneficios de la Terapia Compresiva recurrimos de nuevo a la Dra Elena Conde cuando nos dice:
La terapia compresiva es la piedra angular del tratamiento de la úlcera venosa. Entre sus beneficios se encuentra la aceleración del retorno venoso, reduciendo el reflujo y el edema, la promoción de la oxigenación en la dermis y tejido celular subcutáneo e, incluso, la estimulación de la fibrinólisis. Por otro lado, al disminuir la presión venosa, aumenta el flujo arterial, con el consiguiente incremento de la perfusión tisular en las úlceras denominadas mixtas.
El uso de apósitos bioactivos de nueva generación, así como la insistencia en el cumplimiento de las normas de vida expuestas previamente, no tienen ningún beneficio si no se realiza una compresión adecuada. Si a un paciente con reflujo le recomendamos que haga ejercicio sin compresión, durante la relajación muscular la sangre va a descender de nuevo. Por lo tanto, no vamos a conseguir un descenso notable de la presión venosa durante el ejercicio y esta disminución de presión se va a mantener muy poco en el tiempo tras el fin del ejercicio .
Está ampliamente demostrado que el alcanzar una compresión adecuada implica un abordaje más efectivo, con una reducción significativa en el tiempo de curación, reducción del gasto sanitario y mejora de la calidad de vida. Mientras que en muchos países europeos la terapia compresiva está completamente instaurada en la práctica clínica diaria, la situación en nuestro país es que la compresión en las úlceras venosas no es una práctica generalizada y, en los casos que se realiza, no siempre es la adecuada. En el estudio español anteriormente citado se halló que en un 20% de las úlceras venosas no se utilizaba compresión, casi en el 50% vendaje de crepé y en menos de un 10% sistemas compresivos multicapa.
Pese a todo esto y aunque ya sepamos que la compresión es buena y que existen materiales para llevarlo a cabo ( vendajes multicapas) es importante que empecemos a ser conscientes de que es nuestra responsabilidad como profesionales dar el pistoletazo de salida para el uso y puesta en práctica de esta terapia. Siendo por ello que en esta web vamos a apostar por el uso de la Compresión y que intentaremos proporcionar las nociones básicas para que empecemos a conocer bien la fisiopatología venosa en MMII y para que perdamos el respeto o el miedo a la duda de si la ejercemos de forma correcta.
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